viernes, 14 de octubre de 2016

En la vida no Recibimos Retos que no Podamos Asumir


     En bajadas es mas difícil reconocer la obra de Dios que actúa en nosotros, la tristeza no llega a diario a nuestras vidas no llega semanal ni tiene un tiempo determinado, la tristeza no es periódica; además que, cuando llega, azota todo lo que encuentra a su paso, tiene la capacidad para hacerte débil, propenso, vulnerable… si así lo quieres puede convertir: un minuto, una hora, una semana o una vida, en miserable. Puede acabar con grandes bases por firmes que sean, porque ella lo puede hacer. Pero ¿somos capaces de reconocer su acción en nuestras vidas?

     La mayor parte de las veces las tristeza llega como un remolino y nos encuentra indefensos ¿Cómo lo hace? Aun no lo descubro ; más creo que ella misma no lo permitiría porque perdería esencia y sabor en nuestras vidas. Estar triste debe siempre generar un impulso para regresar a la arena con mas fuerzas, más eso sucederá cuando aprendamos a usarla como un arma de vida.

     Por eso un guerrero de armadura: no muestra sus sentimientos, camina erguido, mantiene visibles sus yelmos, no baja la cabeza, ni da un paso en falso; todo eso, sin tomar en cuenta lo que pos su mente pudiera pasar, pero aun sabiendo que puede morir se mantiene firme, su rostro no se logra observar pero eso no descarta la posibilidad que por sus cachetes rueden lagrimas de miedo, de pavor, de ira, de rabia, de ironía, de tristeza. 

     ¿Así debemos presentarnos ante la vida?, todos nos dicen no vallas por ahí, haz esto, no hagas eso así; y pronto te encuentras como un niño sentado frente a su castillo de arena admirándolo o quizá preguntándose porque construyo tal castillo. Nuestra vida está en nuestras manos es nuestra responsabilidad seguir vacios o vestirnos de armadura y demostrarles a todos incluso a Dios que aunque  tenemos miedo, que nos tiemblan las piernas y nuestras manos sudan al punto de parecer que se nos cae el armamento o estemos al borde una tristeza; no nos detenemos, seguimos firmes y fuertes porque un guerrero muere en la arena. Y así hacer frente a esas pruebas que se nos colocan a diario, pruebas que parecen inútiles porque no nos aumentan la mesada, ni nos dan un mejor cargo; estas pruebas solo nos muestran a nosotros mismos que podemos lograr y hasta donde somos capaces de llegar.

     La vida no es injusta ni recibimos retos que no podamos asumir, dentro muy dentro de cada persona esta lo que necesita para salir victorioso de cada lucha. Siempre habrá alguien que espera vuelvas tu mirada a él, la tristeza nos hace dudar, nos hace renegar, nos hace incluso creer que no servimos para nada; pero dentro de ti y de mi, existe una voz que te atormenta y pocas veces logramos callar; podemos llamarla mente o también conciencia: hace tanto daño a nuestras vidas y planes;  para ella que puede llegar a destruirlos aun siendo  nuestra mente parte de nosotros, a veces debemos callar esa voz y dar paso a la dulce voz de ese que no se cansa de tocar y esperar a la puerta. El estar tristes es la muestra palpable de que estamos vivos y que aun dentro de nosotros hay fibras que deben ser fortalecidas; vive tus subidas sonriente y saborea cada momento de la bajada con la certeza de que pronto subirás y sentirás una vez mas el viento en tu cara, los rayos del sol acariciarte y esas ganas de vivir que siempre te han caracterizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario