jueves, 6 de octubre de 2016

Lo que tienes y lo que puedes hacer.

     Justo cuando sientes que tus energías rebasan tus reservas para desarrollar ese sueño que por mucho estuvo en ti y que recién comienza a tomar forma, ese preciso momento, cuando ves más cerca la materialización de eso que dibujaste durante años en tu mente y que te prometiste hacer realidad; es cuando comienzas a sentir que ya los esfuerzos son menos y crees que ya lo lograste o que estas muy muy cerca e imaginas ese momento como un parto donde: puedes ser parturienta o partero; ves esa situación donde:  una mujer puja para hacer nacer eso que llevo dentro, eso que cuidó, alimentó y tomó cariño por mucho tiempo; mientras, del otro lado de la sala, está una persona que dedica su vida a hacer que con el cuidado necesario el fruto de su ser llegué completo y que funcione, además hay otras personas aprendiendo alrededor, sin contar esas que esperan ese fruto de tu ser, para palparlo, observarlo y dar los primeros cuidados; los necesarios para un desarrollo normal.

     Así se encuentran nuestros planes, nuestra meta pero por Fe pronto nuestros planes se ven alterados y es desconcertante, es como subir en ascensor para luego bajar por las escaleras, pronto sentirás que estás perdido y te preguntarás ¿a donde voy? ¿me regreso? ¿confió en el camino que está delante de mi? ¿avanzo o no avanzó? Así miles de preguntas podrán aparecer, pero si con tranquilidad esperas pronto sentirás que ese camino en frente te hala, y tu ser (tu parte tu humana), te detiene y te ancla en ese punto donde te encuentras, tu mente te juega sucio te paraliza del miedo, de no saber que habrá debajo; comenzando en  ti una lucha interna entre lo que tienes y lo que puedes tener; entre lo que puedes hacer y lo que Dios tiene preparado para ti. 
En la Biblia escrito esta que desde antes que estuvieras en el vientre de tu madre ya tu historia estaba escrita, pero y ¿donde está ese libreto que nadie me lo prestó para estar listo? Nadie a venido al mundo a vagar; todos debemos descubrir aquí a que vinimos, no todos vinimos a creer ni tampoco vinimos dejarnos convencer, quizá lo que Dios tiene para mí pueda ser insignificante para ti o hace unos años pude hacer a un lado. Que yo nací y viví cuando yo muera no tendrá más garantía que las personas que me conocieron, las que me vieron por lo menos, las que escucharon de mi; sólo esas personas podrán decir Jaime ha sido el hombre más vanidoso que conocí, arrogante, pedante y le gustaba verse bien, el resto ni sabrán que en el mundo hubo un hombre como yo.

     Un día leyendo encontré que la manera del ser humano trascender es: escribiendo un libro, plantando un árbol y teniendo un hijo... La Biblia a sido escrita por personas que dan garantía de un hombre que vivió e hizo cosas muy extrañas al punto de morir, un día tal vez personas que admiraban lo que hacías le contarán a sus hijos una vez estuvo enfermo y el médico me atendió tan bien que sentí que lo que me curó fue el amor de ese médico, quizás dirás mi maestra era tan genuina que me enamoré de sus clases por eso no pude faltar nunca a ellas o dirás frente a mi casa la vecina más viejita de la calle cada vez que yo salía a cualquier lugar me despedía diciendo "Dios me lo bendiga mijo"; así espero que, un día, el mundo hablé de mi o que al menos se diga "hubo un joven que, por su amor a hacer las cosas, marcó un punto y aparte en mi vida".
Hay cosas que debemos proponernos y hay un ser a quien debemos dejarle todo; pues en sus manos hasta la arcilla más floja podrá por su gracia tomar una forma imperfectamente bella moldeada por su amor.

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