lunes, 18 de febrero de 2019

Aullidos de Amor.

Creo que soy un lobo.

     Creo que lo soy y algunas personas me lo dicen, siempre cuando la luna cambia es como si ella me llamara, me atrajera o me halara; y ahí estoy yo de pie o sentado a veces, acostado también. Bailo un poco, descanso y a veces me traslado a lugares donde floto, o duermo sobre algodón

     Si, yo creo que soy un lobo aúllo pero no me oyen, pero mi garganta lo siente es un aullido ensordecedor pero es desde mi alma, me libera y me renueva. Cuando aúllo no me entienden. Es como si dejara de ser yo, y ya no me entienden; a veces tratan de entenderme y de acompañarme pero sigue siendo inútil; este es un placer individual que loco, que sea individual.

     Ojalá yo escuchara su voz, seguro tendría muchas respuesta de las que busco, se que no soy el único, también se que a muchos les contó lo que yo le susurre en privado; se que cuando le contaba desde mi ventana a lo mejor iba contándoles a los que estaban junto al mar. Se que es más, se que si tuviera brazos podría cobrar por abrazos, porque se le cansarían si usara un cartel de abrazos gratis.

     Ahora estoy desvariando porque ya casi es medio día, se que estoy como un loco que no guarda su sonrisa, estoy como un quinceañero que juega a adorar en una foto la sonrisa de esa hermosa señorita por la que le brillan los ojos cada vez que la mira y que su estomago se vacía y a los ojos es ella quien lo mira.
Quizás estoy muy loco, o es su hermosura la que mi mente domina