martes, 26 de julio de 2016

Aún hay tiempo...

     A veces podemos encontrarnos desmotivados, pero eso no es lo mas importante; lo verdaderamente importante es que aun hay tiempo. Luego de algunos episodios no tan agradables y por tanto no merecen la pena ser mencionados y una noche de amigos, copas, un baileteo hasta que salio el sol y una muy corta siesta, me levanto  y me encuentro asi con el alma triste, mi cuerpo cansado y mi mente agotada; llega este momento del día que hace unos días ya, espero con ansias y que deseo tener.

     Aquí estoy una vez mas frente a mi dispositivo que se vuelve mi compañero y me permite despojarme de todo este equipaje que pesa en mi mente y me hace lento el caminar, comencé con la mente en blanco y a medida que plasmo una palabra se vienen miles a mi mente, hoy no ha sido un gran día y aunque quisiera dormir mucho aun quedan cosas por hacer y es que así es la vida, no se puede resetear un mal día pero si puedes darle un giro para mejorarlo, pero hasta donde no fue tan bueno se queda así y te hace sentir incomodo, te hace pensar mil  cosas y cuestionar miles mas, en que no encajas en ningún lugar, que quisieras irte muy lejos, a un lugar silencioso quizá una playa; donde solo la brisa y el oleaje te hagan sentir que flotas, donde quizá quisieras estar tan libre como se siente estar sin ropa, un lugar donde lo que desees hacer no pueda parecer diferente y lo que haces no pueda incomodar a nadie, un lugar lleno de ti y de todo lo que te compone como persona, que te hace ser una persona diferente o quizá muy común; eso que llaman esencia y que haz logrado tu, con cada decisión  tomada, que ha sido construida a lo largo del tiempo con algunos defectos no tan relevantes para lo grandes de tus virtudes.

     Hay días en los que hasta tu moral pesa, en que lo que haz construido es tan grande que pesa y lastima, días en que cada paso que das al caminar es un gran esfuerzo que realizas y que sin embargo continuas mostrando cara de que no pasa nada y que la amabilidad no se muda porque ser amable esta en ti, tu decides si mantenerla o abandonarla la vida esta llena de opciones y queda en nuestras manos tomar las mejores no las adecuadas porque las que son adecuadas para mi madre ella me las mostró algunas las rechace y algunas las conservare de por vida hasta que nuevas generaciones necesiten verlas en mi, No se trata de ser el mejor o si, pero no es ser mejor que otro es ser mejor cada día, con cada amanecer; es que lo que te hace fuerte lo sigas nutriendo y lo que te debilita lo abones, trabajes la tierra para que tus virtudes no se encuentren establecidas sobre bases débiles, el secreto de la vida no esta en ser el psicólogo que todos necesitan ni ser el amigo incondicional que siempre  esta  con las palabras oportunas, esta en lo fortalecido y firme que se encuentren tus creencias, costumbres en concordancia con tus defectos y virtudes, a veces cuando llegan los bajos de la montaña rusa no existe modo de poder salir sin embargo, cuando te encuentras en equilibrio, seras, capaz de aprovechar y vivir los momento no tan felices de la vida que te hacen observar con detenimiento lo que te ha hecho tanto daño y tu ignorabas consciente o inconsciente; pero que al momento te das cuenta cuan grave ha sido el daño. No somos perfectos es cierto pero tenemos una vida, tenemos gallardía para tomar con nuestras manos las realidades y convertirlas a nuestro favor para aprovechar lo mejor de la vida.

     quizá es confuso pero a veces no pienso si me Leerás, a veces solo pienso en la necesidad de poder liberarme.

miércoles, 6 de julio de 2016

Porque no siempre estamos felices...

     Hay cosas que te pertenecen porque durante tu vida han sido otorgadas, cosas o aspectos que nunca quisieras abandonar; estas cosas te hacen más humano, algunas incluso te hacen sentir amado y protegido.

     Crecer es incontrolable pero también es contraproducente, ni asistiendo a la escuela luego a la universidad te hacen desprenderte de algunas cosas; todos, soñamos con una casa gigante, con piscina, un jardín florecido, una linda mascota, una pareja amorosa y algunos sueñan con familias numerosas llenas de niños; sin embargo pisamos los 20 y aun no estamos listos para practicar un principio básico de casi todas las creencias y prácticas religiosas que es el desapego y por más que lo intentamos volvemos siempre al punto de partida. Muchas veces nuestro mayor apego no está en la cama que nos ofrecen o en el cuarto más amplio de la casa que era el nuestro, muchas veces no queremos soltar nuestro cordón umbilical.

     Existen personas muy osadas que se lanzan y como sucedan las cosas van actuando, mientras de este lado estamos muchas más personas que le damos mil y una vueltas a las cosas para hacerlas suceder; sentimos que nos encontramos en el rincón más oscuro de una habitación que no conocemos, estamos ahí y nos sentimos vulnerables a esos sonidos y sombras que percibimos al levantar nuestro rostro, nos sentimos amenazados. Sentimos ser ese perrito que al pasar por la calle vemos echado debajo de un árbol tratando de cubrirse de la lluvia.

     Así es, sentimos estar en un campo minado en medio de un enfrentamiento totalmente desarmado; este es el momento donde la determinación debe actuar en nosotros pero sin embargo ahí estamos llenos de miedos, de preguntas, de lágrimas, de inseguridad, que no son comunes en ti pero que ahora te ahogan y por momentos no te permiten actuar. A veces hasta sientes que no quedan fuerzas, pero sabes que eres un luchador y estas ahí con tus ganas de luchar, tus miedos, penas, inseguridades y algunas lágrimas, siempre te hará bien mirar hacia adentro y reconocer lo que te hace ser una gran persona, eso que está ahí pero que pareciera ya no sientes es lo que te hará recuperar ese impulso que durante tu vida te llevo a comerte el mundo, pero que ahora se ve opacado y sientes la necesidad de hacerlo brillar.


     En la vida de cada persona existen personas que se vuelven tu apoyo a veces ni ellos podrán sacarte del abismo que te encuentras, abismo que te traga pero que nunca exteriorizas porque es tan tuyo que no podrías dejar que nadie apenas se asome, porque las bajadas se viven para poder saborear con gusto las subidas…