martes, 24 de mayo de 2016

La Raza Humana y la Perdida de sus Tesoros.

     Los humanos somos tan estúpidos que a diario perdemos grandes cosas que pronto tendremos la necesidad de recuperar, cosa que será sencillo en algunos casos, pero para algunas se volverá cuesta arriba.

     Cuando comenzamos a crecer comenzamos a soñar con una vida a partir de prepararnos para algo, conseguir la pareja que siempre hemos soñado, una familia maravillosa y la casa que nos merecemos. Casi siempre cuando llega este momento creemos que llegó muy pronto o que quizá no estamos preparados para decidir algo que determinara nuestra vida, pero ahí están nuestros padres diciendo que soñaron que su hijito/a seria Medico o Maestra y te encuentras tu tratando solo de volar con la necesidad de libertad que grita tu alma; tu quieres estudiar eso que te haga salir de tu casa y comenzar una rutina amoldable por tus propias manos, te encuentras tu haciendo planes de esa ciudad que te gusta y a buscar lo que deseas. Y así sucede con la mayoría de las decisiones que debemos tomar en nuestra vida. A menudo así nos encontramos las situaciones de nuestra vida; YO, personalmente suelo ver las decisiones como algo complejo, como situaciones que así sean personales pudiesen afectar por lo menos a alguien mas, a veces como una aventura pero sin embargo me coloco casco, protectores y aseguro perfectamente mis arnés.

     Luego llega el momento de irte y comenzar a construir con tus propias manos tu nueva historia y comenzar a tener nuevas responsabilidades que antes no eran tuyas; pasa el tiempo y comienzas por extrañar cosas como llegar a casa y encontrar que comer, irte y gritar desde la puerta ¡bendición, ya me voy! o simplemente llegar tan casado que tu mama sin necesidad de pedirlo te bendice, abraza y te da un beso que te hace sentir amado; pero ya es muy tarde nuestra decisión ya es una acción y nos esta pasando factura, nuestros días libres volvemos a casa y aunque debamos ya no queremos regresar, aquí comienza el dilema de lo que es nuestro y ya no nos pertenece, que tenemos pero que no vemos. Eso que decidimos dejar sin tomar en cuenta la necesidad que pronto se haría presente.

     Actualmente hay una perdida que me preocupa tanto simplemente por ser de las cosas que me hacen sonreír con tanta fuerza que siento que el resto del mundo esta tan bien como yo; me refiero a la cultura y específicamente de mi hermoso país Venezuela; he tenido la dicha de vivir de manera muy cercana las tradiciones de mi pueblo y me ha hecho sentir que somos ricos y lo mejor que estamos orgullosos de lo que hace muchos siglos fuimos, en una conferencia hace muy poco un profesor que no recuerdo el nombre, expresaba su admiración por los cultores y los personajes que representan, tuve la dicha y el honor de participar del "III Encuentro de Locos y Locainas" esto es una tradición que celebramos los venezolanos donde conmemoramos la matanza liderada por Herodes, es una festividad celebrada los 28 de Diciembre en algunos pueblos y es llamada Santos inocentes, en cada zona se representa de manera diferente pero no se pierde el sentido de la tradición.

    Entre los aspectos positivos de mi vida creo que de los mas resaltantes es el amor por la cultura y el arte, lo que me ha llevado a estados emocionales de excitación que creo que ninguna sustancia pudiese producir, ese profesor que mencionaba también decía que: los santos inocentes expresan una historia que remonta de siglos y siglos, ademas de representar nuestra historia y las victorias que nos hacen ser libres plenamente. Cuando tuve la oportunidad de representar una tradición ajena a la mía descubrí que no importa de donde provenga lo importante es que te eriza la piel y que esos tambores te hacen tan libre que te permiten reír, correr, brincar, bailar y disfrutar cada segundo donde transmites a otras personas esa historia tan bonita de lo que sucedió para que estuviéramos aquí y así. Si cada uno de los que le dan vida a estos personajes sienten por lo menos una parte de lo que sentí yo al tener esta indumentaria pues déjenme aceptar que los admiro por sentirse tan libres y llenos de amor por algo que nos representa y nos hace ser diferentes al resto del mundo.

     "En esta publicación quiero dar gracias a los BOLEROS DE CAUCAGUA- MIRANDA, por permitirme estar entre ellos y ser parte de esta expresión cultural llena de tanta vida y sabor. Dios les bendiga y no paren de hacerlo"


postdata: puedo seguir describiendo esta oportunidad y cada segundo encuentro una nueva palabra para describir esta sensación de participar junto a ellos.

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