Dos Almas...

     Eran dos almas solitarias con muchas personas cerca pero sin la compañía que le estremecería; almas llenas de amor y bondad, pero cautelosas por esperar no seguir una cadena que creían debía ser su vida; cadena de lo que para ellos fue amor y para otros fue solo un tiempo transcurrido.

     El miedo les paralizo por un tiempo, les jugo en contra, les hizo sentir que valía la pena seguir así siendo lo que para muchos estaba bien, pero que por momentos les hacia desplomarse y sentir que  nada sería igual. Miedo que por mucho tiempo no les permitió arriesgar, no les permitía si quiera pensar la posibilidad de fallar a una promesa que se habían hecho de no volver a confiar.

     Aun con un poco de cautela estas almas se han unido en una mirada en la que se conectaron y fundieron en un momento que se volvió eterno, una caricia que es impulsada desde lo más profundo de la caja de los sentimientos, seguían las miradas y como si fuese primera vez que la picardía se hacía presente temblaban de nervios, respiraron morbo por momentos pero en el fondo sabían que esta no era la última vez que estarían así, solos en un espacio donde pudieran dar riendas sueltas a los deseos de sentirse atrapados en episodios de amor, a los deseos de sentir la pasión de dos pieles cálidas rozarse. Comprendieron que aun con miedo venían más momentos juntos donde no harían falta palabras para expresar lo obvio que se callan uno al otro.

     Dos almas que se encuentran como si fuese una partitura que a mi primera vista interpretan, se encontraron, superaron obstáculos para juntarse, se juntaron, en una inhalación respiraron del mismo aire, ambos disfrutaron la compañía y comenzaron a sentir deseo de reencontrarse y de juntar piezas para que esa noche no fuese un final, para que esa noche fuese el inicio de una aventura que atados por un loco amor comenzarían a vivir.